Un Hermoso Lugar

Un Hermoso Lugar

viernes, 23 de diciembre de 2011

Noches oscuras.7


Desperté acurrucada entre mis tres lobos. Sentí la mirada del resto de la manada, seguían algo molestos conmigo, al parecer mi olor no había acabado de adaptarse al de ellos otra vez, seguía pareciéndoles una extraña o una traidora por haber eliminado el olor que la manada había impregnado en mi, ahora lo entendía algo mejor, después de dormir todo estaba más claro: el primer día cuando llegue todos restregaron su hocico contra mi, estaban impregnándome de su olor, en cambio yo lo había eliminado al cambiarme de ropa y al ducharme, había repudiado la marca que ellos habían puesto en mi.
Me sentí avergonzada al entender qué era lo que había hecho, por eso la loba grande me miraba con tanto desprecio, por eso me había gruñido de manera amenazadora y si no hubiera sido por el plateado seguramente me habría atacado. Ella, siendo la jefa de la manada, no se podía permitir que una recién llegada eliminase su marca de aprobación, su marca de ingreso en la manada, debía de haber sido una humillación hacia ella. ¿Cómo podía solucionar esta situación?
Intenté el ir a hablar con ella, acercarme, pero se alejaba de mi, no quería mirarme, no quería tenerme cerca. Volví con los tres de la manada que no me habían dado de lado y me senté junto a ellos, les pregunté que qué podía hacer para volver a ganarme el aprecio de la gran hembra, no se si me entendieron o no, pero se miraron los unos a los otros pensativos. Al final el lobo plateado me miró a los ojos y le entendí, entendí lo que quería decirme a través de su mirada: "debes traerle un regalo, una ofrenda, algo que ella valore y que con ello sienta que eres parte de nosotros"
No se me ocurría que podía conseguir yo que cumpliera todos esos requisitos. Pensé mientras caminamos por el bosque, en verdad no se me ocurría nada. Volvimos a salir de caza, al igual que la vez anterior no fui capaz de llevar su ritmo, no fui capaz de ayudarles de ningún modo. Eso me dio una idea.
Fui hasta los tres lobos y les dije que tenía que ausentarme para hacer algo para que la loba me aceptase, les dije que no se preocuparan por mi ausencia, que estaría de vuelta antes del amanecer.
Corrí por el bosque yo sola esta vez, no me volvió a doler el pecho ni volví a sentirme cansada al correr hacia mi casa. Tenía muy claro que iba a regresar junto a ellos, solo tenía que hacer algo primero, estaba decidida, conseguiría que me aceptasen de nuevo en la manada como a uno de ellos, puede que jamás llegara a tener el rango ni de un cachorro, pero quería ser parte de ellos, en verdad quería sentirme de su manada, de su familia.
Llegué a mi casa y abrí la puerta. Escuché al gato bufar desde algún lugar de la casa, pero no estaba segura de donde. Fui a la cocina y cogí mi cuchillo favorito, el que mejor cortaba de todos. Busqué a mi gato, le llamé con cariño, pero no apareció, creo que sabía porqué estaba hoy en casa, creo que lo intuyó.
Era una locura, si cualquier otro ser humano escuchara de lo que tenía intención de hacer seguramente pensaría que estaba loca, que era una psicópata, que debían encerrarme o al menos multarme. Seguí caminando por la casa, dejé de llamar al gato, esta vez intenté pensar como la manda, de la forma que ellos cazaban. Comencé a andar sigilosamente por la casa, sin hacer ruido, caminando lentamente, agudizando lo sentidos, escuchando cada ruido, cada chasquido de la calle, de la casa. Escuché unos pasos ligeros y silenciosos en el cuarto de al lado. Me tumbé sobre mi tripa y me arrastré prácticamente para no ser escuchada, le vi meterse bajo la mesa camilla del salón, no quería que se me escapase, si yo me asomaba por un lado estaba segura de que huiría por el lado contrario. Recordé a los lobos cazando formaban un semicírculo al rededor de la presa y solo le dejaban una escapatoria. Yo haría lo mismo, sin hacer el menor ruido fui colocando pesos por las esquinas de la manta de la mesa camilla, de este modo no podría salir por esos lados, tan solo deje un tramo, por el que yo pudiera asomarme sin cerrar.
Cuando por fin me asomé el intentó salir por el lado contrario, pero se encontró con que no podía levantar la manta, lo intentó con todas sus fuerzas pero no fue capaz, en ese momento se volvió para luchar, lanzaba zarpazos al aire a diestro y siniestro, yo intentaba esquivarlo y al mismo tiempo atraparlo por el cogote, me era imposible defenderme y atacar a la vez, así que decidí que un par de arañazos no eran el fin del mundo. Lancé la mano a por él sin pensármelo dos veces, recibí un montón de arañazos y mordiscos, no me importó porque conseguí sujetarlo por el cuello, él se movía y seguía lanzando sus uñas contra mi, me alcanzó en los brazos, mi mano estaba totalmente ensangrentada, hizo un giro extraño y también me alcanzó en la cara, pero no le solté, soporté todos sus arañazos. Lo aplasté contra el suelo y lo inmovilicé, después con un rápido movimiento de mi mano izquierda clavé el cuchillo de cocina en él. Se lo clavé en el pecho para alcanzar su corazón a la primera y no verlo agonizar, creí que me iba a costar más, que sentiría más apego por el animal, que no podría hacerlo, pero lo que sentía dentro era demasiado fuerte, la necesidad de ser aceptada en la manada era demasiado intensa como para dejarla pasar, sería capaz de cualquier cosa en ese instante con tal de ser una de ellos. Despellejé la presa como mejor pude y cogiendo una bolsa lo metí dentro, enganché el cuchillo al cinturón del pantalón, pensé que podría serme de ayuda, ya que yo no tenía ni garras ni poderosos colmillos como los lobos.
Comencé el camino de regreso a las montañas, estaba orgullosa de la presa que le llevaba a la loba grande, no por su tamaño, debía de admitir que era un bocado pequeño, pero era bastante más grande y gordo que los conejos que ellos solían atrapar, además para mi simbolizaba el apartarme de mi antigua vida, el deberme a ellos totalmente, el abandonar mi vida de humana para tratar de volcarme de lleno en mi vida como loba, como una más de la manada.
Llegué al cubil varias horas después, aun no había amanecido pero quedaba muy poco, saque el gato de la bolsa y me guarde esta en el bolsillo del pantalón, no quería que la vieran. Esperé en la puerta a que captasen mi olor y salieran a recibirme, la primera que salió fue la loba grande, seguida del resto de cerca, mis tres lobos estaban de los últimos, estaba segura de que ella no les había dejado salir a recibirme corriendo como lo habrían hecho. Todos esperaron a la puerta de la cueva, la loba se acercó a mi muy despacio, mirándome con la cabeza bien alta, yo agaché mi cabeza y alcé los brazos por encima, arrodillada en el suelo, mostrándola la presa, le dije que era una muestra de que podía ser una de ellos y un obsequio de arrepentimiento por lo que había hecho el día anterior. Aun no estaba segura del todo de si podían entenderme, pero estaba casi segura de que podían hacerlo al igual que yo comprendía la mayoría de las cosas que ellos intentaban decirme. La loba se acercó, olió la presa y dándome un toquecito de aprobación con el hocico en la cabeza y un pequeño gruñido para expresar que aun no había hecho todo lo necesario para ser perdonada cogió la presa y se comió la mayoría dejando el resto para que los lobos de mayor rango se lo repartieran.
Mis tres lobos corrieron a mi y me lamieron, yo seguía teniendo las manos y parte de los brazos cubiertos de sangre, me las limpiaron a lametazos. Después entre con el resto de la manada a la cueva, estaba agotada pero contenta de haber vuelto a ser aceptada.

4 comentarios:

  1. creo q a esta mujer ya se la fue la pinza del todo abla lobuno y ademas la entienden y aun mejor va la muy volada y se carga al gato, aunq el planteamiento em suena a itx cazando gaos en elk salon no me agas mucho caso.... otra cosa q me preocupa realmenet esq creo q se volvio a perder a si misma por el camino
    se fue con los lobos para seguir sus instintos, vale lo de la ducha es convencion socil pero matar para ser aceptado a muy lobos q sean creo q es perder minimamente el rumbo o seran cosas mias no se ufff tengo q pensarrr sobre el tema

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  2. no es matar para ser aceptados mi querida lau, el gato representaba su union con la sociedad, lo que hace al matar al gato es romper por fin todo aquello que la ataba a las leyes sociales, miralo más como simbolismo que como el echo de que haya matado al gato.

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  3. pero eso es lo q ago mirarlo como simbolismo ella no mata al gato porque quiera acerlo por si misma sino para contentar a la loba para ser aceptada, esta entonces a mi entender al servicio de tra voluntad q no es la suya

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  4. ella necesita seguir sus instintos, que le dicen que se quede con esa manada, la loba no le a pedido que mate, ella lo hace porque quiere demostrar que puede enmendar el error que cometio al borrar la marca, es decir, que si ella quiere ser parte de esa nueva vida tambien debe sacrificar cosas por el camino para poder alcanzar por completo su nueva forma de ser, su nueva posicion en una nueva sociedad que es mas acorde a su instinto y no a la moral. en ningun momento la loba le exige nada, solo demuestra su decepcion, ella es la que toma las decisiones de como enorgullecer a la cabeza de el lugar donde desea estar.

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