Un Hermoso Lugar

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lunes, 12 de noviembre de 2012

Puertas

Imagina un mundo de puertas, un pequeño mundo circular, de piedra, en el que estás en el centro y simplemente giras y giras mirando a tu alrededor. Y tan solo ves puertas, una infinidad de puertas en la pared circular, y sigues girando y girando, mirando a todas ellas. ¿Y si un día despertaras en ese mundo, qué harías? Tal vez abrieras una puerta, esa puerta conduce a otro pequeño mundo rodeado de puertas, pero en ese nuevo mundo también encontrarías algo, puede que fuera bueno, puede que fuera malo.
¿Entonces qué harías? Podrías dedicarte a abrir todas las puertas como un loco queriendo encontrar todas esas pequeñas cosas existentes en cada pequeño mundo.
O, a lo mejor, decidas quedarte en ese primer mundo, seguir hacia la puerta que ese pequeño objeto te guía, para seguir avanzando por los mundos que los objetos que encuentras a tu paso te marcan.
¿Y si en alguno de esos pequeños mundos hubiera más de un objeto? ¿Y si cada uno de esos objetos te llevasen por puertas diferentes? ¿Qué harías? Seguramente abrir ambas puertas y asomarte, ver que objeto se encuentra en cada uno de los siguientes mundos. Aquí te surgirían tres posibilidades. Que te gustase el objeto de uno de los mundos y lo siguieras. Que no te gustase ninguno de los dos y optases por una nueva puerta o que te gustasen ambos.
¿Entonces qué?
Todo mundo conduce a un nuevo laberinto, puedes vislumbrar lo que hay tras las puertas, desde lejos, pero no puedes ver cual de esos caminos te saca del laberinto, o tal vez ninguno tiene salida, tal vez solo son pequeños mundos que se superponen unos a otros, tan solo pasillos a recorrer para cambiar de un pequeño mundo de piedra a otro, sin saber que nuevos mundos se abren detrás de cada puerta.
Tal vez la decisión sea perderse en ese laberinto, querer caminar por todos y ninguno de los mundos, querer decidir muchos caminos al mismo tiempo y tratar de unir unos mundos con otros que los caminos guiados de los distintos mundos se pudieran superponer y encontrarse, tal vez regresar el punto de partida para cambiar las puertas y poder volver a mundo ya visitados o simplemente llegar a la pura demencia después de abrir tantas puertas y que ninguna conduzca a la salida, simplemente a otra puerta más que te llevara a otro pequeño mundo y después a otro y a otro y a otro... simple locura tras cruzar cientos de puertas.

1 comentario:

  1. Me encanta, es este el sueño del q me hablabas.
    claramente la peonza sigue girando y como bien decia morfeo en matrx el secreto es la eleccion.
    Me encanta q algunas puertas de algunos mundos coincidieran en aquella practica de anato y luego en la de bioquimica.
    CAminar por todos los mundos? no parece la decision no puedes admirar todas las flores del cerezo igual q no puedes andar todos los caminos, el secreto es saber andar el q se ha elegido, y poder cerrar al paso cad puerta atravesada cuando consiga eso porfin dejare de ser devil.

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